LA ASERTIVIDAD

La asertividad es la capacidad de expresar a la persona indicada y en el momento oportuno mis opiniones, sentimientos, emociones, e ideas; siendo claros, francos y sencillos. Teniendo siempre en cuenta el tono y el ritmo de voz adecuados.

Ser asertivo es actuar y decir lo que pensamos con sinceridad y mostrar quienes somos. Conlleva el respetarse a sí mismo y respetar a los demás. Ser honesto y directo, y, sobre todo, mantener el equilibrio emocional en las relaciones personales.  

Podríamos representar la asertividad como un péndulo que va desde la pasividad hasta la agresividad. En medio de dicho péndulo estaría la asertividad (tanto la comunicación pasiva como la agresiva esconden en el fondo inseguridad y miedos).

Para construir una frase asertiva, debemos siempre hablar de nosotros y no del otro; de cómo su conducta nos afecta o nos puede afectar. Se trata de describir los comportamientos del otro sin referirnos a su identidadNo es lo mismo decir a alguien:, “eres un desconsiderado porque te pasas mirando el móvil; que decir, cada vez que miras el móvil me haces sentir que no estás siendo considerado conmigo ni me estás prestando atención.

  •  Haz siempre referencia a los hechos y no a tus juicios o interpretaciones.

Si ponemos en el centro el comportamiento de una persona y queremos dar un feedback asertivo, deberíamos describir dicho comportamiento; el cómo me hace sentir, para luego realizar una petición. Ej.  Las veces que quedamos y llegas tarde (descripción), me haces sentir como si mi tiempo no fuese importante, te pediría que en próximas ocasiones fueses puntual.

Un feedback confortativo haría una interpretación del comportamiento, luego un juicio y acabaría con una amenaza u orden. Ej.: Cuando llegas tarde es porque te da igual mi tiempo, Por tanto o llegas puntual la próxima vez o ya no pienso volver a quedar contigo.

Ser asertivo es igual a decir:  “ME RESPETO” + TE RESPETO”  Respeto mis límites y los de los demás. Puedo adaptarme, porque soy flexible, pero soy firme y directo; miro los ojos y no vacilo o muestro un tono de voz inseguro. 

Practicar la asertividad es aprender a defender mis derechos, a quedarme satisfecho (y no frustrado porque ya sea demasiado tarde) y a resolver problemas manteniendo una postura que me haga sentir más valioso y vea así reforzada mi autoestima y mi seguridad.